La formación y fosilización de un icnita depende del tipo de sustrato y de los procesos geológicos posteriores.
En primer lugar el sustrato tiene que ser la bastante blando como para que se marque el pie y lo suficientemente duro como para que no se desmorone después de la impresión.
Después es necesario que la energía del agua que corre por encima del sustrato no sea demasiado fuerte para borrar la huella. Finalmente los sedimentos posteriores deben ser de distinta composición para poder distinguir las huellas una vez que han aflorado.